Solicitud de propuesta para el servicio Evaluacion de las intervenciones en materia de migración en México, Guatemala y el Salvador.

1.ANTECEDENTES/CONTEXTO

El flujo de migración irregular y su impacto sobre los niños y jóvenes continúa creciendo en la región, incrementando la necesidad de respuesta y protección para niños, niñas y adolescentes (NNA). Igualmente se ha observado un crecimiento significativo del porcentaje de familias viajando con niños. Entre octubre de 2018 y julio de 2019, un total de 760.370 migrantes, incluidos: 69.157 niños no acompañados (UAC por sus siglas en inglés), 432.838 unidades familiares fueron detenidas en la frontera sur de los Estados Unidos. Estas cifras superan el último pico de migración registrado por los Estados Unidos en 2014[1]. Por otra parte, el número de niños migrantes que fueron repatriados de México a El Salvador, Honduras y Guatemala aumentó más del 140% en promedio entre enero y junio de 2019 en comparación con el mismo período de 2018[2]. 

La decisión de emigrar en la mayoría de los casos surge de causas estructurales como la violencia, la extorsión y el reclutamiento forzoso en pandillas, realidades cotidianas en la región que afecta la vida de las y los niños en todos los ámbitos, incluidas escuelas, hogares y comunidades. En muchos casos la decisión de emigrar viene como consecuencia de la pobreza, la falta de oportunidades o de acceso a una educación de calidad y servicios básicos, así como por inseguridad alimentaria, desastres naturales o el desempleo, entre otros. Además, muchos niños tienen padres u otros miembros de la familia que ya han emigrado al extranjero y con quienes les gustaría reunirse. Según el Índice de Paz Global (GPI) de 2018, la región de América Central y el Caribe tuvo los peores puntajes en términos de tasas de homicidios, delitos violentos y percepciones de criminalidad por octavo año consecutivo. Otras causas del flujo migratorio incluyen la pobreza y falta de oportunidades, inseguridad alimentaria, desastres naturales o el desempleo, entre otros.

Todos estos factores influyen en la decisión de los NNA y sus familias de emprender estos peligrosos viajes en busca de seguridad, reunificación familiar y oportunidades. Desprotegidos y a menudo solos, se convierten en presa fácil para el crimen organizado y delincuentes, haciéndolos especialmente vulnerables a sufrir explotación, violencia sexual, secuestros, accidentes y violaciones graves de derechos humanos. Los que son retornados a sus países de origen a menudo se enfrentan a la estigmatización por parte de la comunidad, la exclusión social, violencia, desplazamiento interno y pobreza extrema. Incluso cuando estos logran llegar a los países de destino, y a pesar de las acciones de varios gobiernos y organizaciones, encuentran en su destino nuevas amenazas y vulnerabilidades, especialmente mientras permanecen al margen de la legalidad.

2. EL OBJETO DE LA EVALUACIÓN

Proteger a los niños, niñas y adolescentes en situación de migración o desplazados durante el tránsito y en el proceso de integración (o reintegración en el caso de niños retornados) es una responsabilidad compartida. La respuesta regional a la problemática de los flujos migratorios se enmarca en la Iniciativa global Children on the Move de UNICEF, la cual fue desarrollada para apoyar la programación ya existente en temas de migración, para y ayudar a cubrir las brechas identificadas, incrementando la coherencia, estableciendo prioridades y principios rectores.  A nivel global la iniciativa proporciona un marco de referencia que incluye marcos normativos, teorías de cambio (ver anexo 6) así como recomendaciones. Esta iniciativa global fue adaptada al contexto regional mediante un enfoque que apunta a abordar los derechos de forma integral.